Cosas
que pasaron y que nunca volverán a pasar. Lo pienso mientras plancho camisas
para ir a trabajar en un trabajo de mierda, mientras se hacen las lentejas y
miro de refilón los zapatos, los tres pares que he limpiado y ordenado. Cosas
que no volveré a vivir y que me han llenado la piel de escalofríos, pienso que
he sentido eso. Nadie dice nada en el televisor que tenga un poco de interés o
de sentido. Por la tarde beberé cerveza en el club con mis amigas, hablaremos
de estas cosas que nos pasan en la vida y a veces me harán sentir, un Cristo
redimido, otras, seré un demonio mal nacido, pero ellas irán nombrando nuestra
vida como en una plegaría que dará sentido a todo lo que nos pasa. Cerrarán
junto a mí, etapas abiertas, heridas que sangran. Veré llover en la noche
del porche mientras me fumo un cigarrillo, veré salpicar las gotas de la lluvia
sobre las mesas plateadas. La tarde será fría fuera mientras todos bebemos
dentro de un anuncio de cerveza. Hablaremos de tu pelo y de una isla de México,
no pararemos de volver a soñar con un futuro que ya nos está pasando. Y harás
que se proyecte en la tarde un poco de paz mientras observamos que ya ha dejado
de llover en diciembre.
Y
al final, llegará la noche en la cocina, y me hablaras de Egipto…, y me mirarás
como si ya hubiéramos empezado a crear el mundo.
Madrid,
20 de diciembre de 2013
Antonio
Misas