Para
Verónica
Bebo
cerveza en la cocina, sin camiseta, como esos turistas del Mar Menor… y me
parece que fumo en una playa en la que nunca he estado. El televisor suena de
fondo con las noticias de la franja de Gaza mientras miro como cuelgan las
toallas mojadas en los tendales del patio. Expulso el humo del PALL MALL, y
absorto, lo veo salir por la ventana.
Si
ella pudiera escucharme ahora, le hablaría de la belleza de los cervatillos, de
cuanto tiene en común esa naturaleza con una mujer desnuda. Hablaría de que su
corazón me acoge como la madera acoge a las larvas en la sombra de un bosque
húmedo, y como todo eso se multiplica para procurar la vida. La diría que su cuerpo es un
olivo que se retuerce cuando la toco.
Pego
un trago al tinto de verano, apago el PALL MALL en el cenicero y con la ceniza
mancho el mantelito de la mesa.
Hoy
las flores del jarrón me parecen más bonitas.
Madrid,
17 de julio de 2014
Antonio
Misas