Para Luis Tenreiro y Alicia Tenreiro Han pasado muchos años desde que salimos de aquella pandemia. Dicen que la vida nunca volvió a ser la misma, pero aquella situación me dio la oportunidad de tener una relación estrecha con mis padres, y aunque crecí en un mundo cargado de incertidumbre, fueron para mí, días de juego y de ilusión. Hoy pienso en esos días como en la etapa más feliz de mi vida. Agradecer a mí padre el amor incondicional que me profesaba, era poco, así que sorprenderle era una necesidad para mí, quería que estuviera al tanto de esa inmensa suerte que era tenerle. Para darle la bienvenida cada vez que venía de viaje me pasaba la tarde preparando collages. Quería sorprenderle para ver en sus ojos la única verdad que entonces me importaba. Papá era un ser apasionado con todo lo que hacía, disfrutaba de su trabajo, de la buena gastronomía y de la música, y todo, todas sus pasiones las compartía conmigo. Han pasado muchos años y hoy le observo mie
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein