Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2021

Del techo del Sea Grill cuelga un olivo al revés

  Para Paco y Nati Ya es de noche cuando el tren sale de la estación de Málaga. El traqueteo suave del tren nos lleva hacia esa oscuridad profunda que siempre me ha parecido tan hostil hasta el punto de producirme cierto desasosiego. El reflejo de mi rostro en la ventana va dejando en la máquina de la memoria los tres últimos mejores días de mi vida…   Alguien saluda a Paco con solo un ademán, hace un gesto de las cejas hacía arriba, y Paco sonríe y le devuelve el saludo. Después todo gira a nuestro alrededor como si un camarógrafo envolviera nuestras vidas y las hubiera inventando hace cuarenta años para mostrárnoslas hoy. Me observo desde lo alto del olivo y desde arriba, desde sus ramas nos veo brindando por nuestra amistad con el negroni sbagliato que nos acaban de traer y levantando la copa miro a los ojos negros de Nati, miró a mi amigo y después a Vero que sonríe disfrutando con esa ilusión que le hace estar en sitios nuevos, diferentes, exclusivos, rodeada de buenos amig

Hace un calor del demonio aquí

 P ara Sole, querida amiga.   A veces estamos solos, Sole y yo. Hablamos un poco de todo, de nuestros dientes y dentistas, le damos vueltas a este asunto de los dientes. Hablamos de viajes, de todos sus viajes y de si tuvimos o no la misma impresión en La Fontana di Trevi. Me cuenta lo de aquel viaje a Sevilla, y especulamos con que si la estafaron con la ración de jamón, y yo le digo que si fue porque ella y sus amigas hablaban en francés. Y me habla mucho de Suiza, de su vida allí y de Sotillo, de sus hermanas, habla con devoción de su marido, de sus hijas, de su yerno, de sus nietas, de Pablo. Ella da un trago a la botella de agua para seguir hablando y yo bebo cerveza, me lio un cigarrillo y escucho atentamente lo que me dice. -    ¿Cuántos años tenías cuando te quedaste viuda? -    Cincuenta y dos. Yo sé que en todo lo que me dice hay esa profundidad que solo existe en los abismos. Nunca lo dejará atrás después de haberlo revivido cientos, miles de veces, porque a cierta

Frank Moon. Novela de IÑIGO GIBERNAU MURRÉ

  Frank Moon es ese tipo que al principio duda con lo que le está ocurriendo. Nos sugiere tres posibilidades: las dulces caricias de la muerte, un mal viaje o que todo es fruto de su imaginación.    Y este guiño al lector al comienzo de la novela, unido a eso que dicen, que si asumes tu deseo y vives como si todo fuera cierto, ningún poder en la tierra podrá impedir que se convierta en un hecho. Y la Novela de Iñigo Gibernau Murré, es un hecho.   Un gran trabajo, tan bueno y de tanta calidad como su primera novela, “Les Bizarres”, mejor si cabe, por su elevado discurso Narrativo, por su orden coherente aun cuando la imaginación del lector puede volar por otros mundos debido a su magnífica carga de referencias culturales que nos invitan a abrir la narración a un universo de leyendas, ya característico en el imaginario del autor.     Frank Moon es ese tipo que viaja en un asiento de primera clase, en el vuelo Houston – Nueva Orleans al lado de la mujer más increíble que jamás haya visto.

El agente Inmobiliario

     Para mi amigo Jorge,   El patio central era el corazón de la vivienda, mientras el agente inmobiliario me hablaba de las posibilidades de la casa, noté por primera vez esa sensación de hogar que tantas veces había imaginado. Visualicé las estanterías con todos mis libros en el salón con comedor, vi mis cosas en cada rincón, las orquídeas de Verónica recibiendo toda esa luz, y me vi cocinando en aquella cocina llena de detalles y de luz natural que entraba a través de uno de los grandes ventanales. Observé a mis amigos el día de mi cumpleaños riendo y haciendo bromas en aquella casa blanca de grandes ventanales que inundaban de luz las estancias. La luz siempre me había proporcionado paz y cuando me detuve en la chimenea de invierno, cerré los ojos y el agente inmobiliario me dijo, sé cómo te sientes. En una de las tres terrazas había una piscina, otra era un solárium.   Las vistas eran incomparables, podía perder la mirada y perderme ensimismado, recrearme en la satisfacción de

La embriaguez de aquella primavera que me llevó hasta ti…

Para Verónica Ellos siempre hablaban de ti como de un tesoro que quisieran poseer, bromeaban con ello de esa manera que ocupa el espacio entre la ilusión y el juego. ¿Por qué no lo iban a hacer? Era una manera de mantenerse fuertes ante la adversidad de un posible fracaso, de imaginarse al abrigo de un espacio de ensoñación romántica y exótica que tantas veces nos acercó en nuestra adolescencia a esa situación fantástica que nos gustaría que nos sucediera. En nuestra imaginación todo era posible a cualquier realidad imposible y aunque cabía un lugar para el miedo a ser rechazado, f antasear era el último refugio, y si bien pertenece a nuestra niñez, aun así, permanece en nosotros como un recurso inagotable. Y si desear es casi poseer, no hay barrera que impida tomar las figuraciones del teatro de la vida como un acto tácito de realidad en las fronteras de lo posible. Así que aquellos amigos que hablaban de ti en aquella mesa llena de botellas vacías de cerveza, y aunque par

regresar al padre

  Para Luis Tenreiro y Alicia Tenreiro Han pasado muchos años desde que salimos de aquella pandemia. Dicen que la vida nunca volvió a ser la misma, pero aquella situación me dio la oportunidad de tener una relación estrecha con mis padres, y aunque crecí en un mundo cargado de incertidumbre, fueron para mí, días de juego y de ilusión. Hoy pienso en esos días como en la etapa más feliz de mi vida. Agradecer a mí padre el amor incondicional que me profesaba, era poco, así que sorprenderle era una necesidad para mí, quería que estuviera al tanto de esa inmensa suerte que era tenerle.           Para darle la bienvenida cada vez que venía de viaje me pasaba la tarde preparando collages. Quería sorprenderle para ver en sus ojos la única verdad que entonces me importaba. Papá era un ser apasionado con todo lo que hacía, disfrutaba de su trabajo, de la buena gastronomía y de la música, y todo, todas sus pasiones las compartía conmigo.   Han pasado muchos años y hoy le observo mie

nada hay parecido a la intuición de una mujer

Para M.L. Cuando me llamó esta mañana, yo venía del parque. En Madrid el sol del invierno es capaz de subirte el ánimo como si se tratara de un día de verano y hasta te olvidas del Covid19 y de todo esto que nos está pasando. La gente con sus mascarillas pasea, monta en bicicleta y hace deporte. Y mientras hacía el ejercicio de pasear y disfrutaba de esta mañana soleada, mientras regresaba del parque me llamó atormentada, casi rota, para decirme que se le desgarra el corazón. Y la escucho sollozar cuando me cuenta las últimas noticias… y me dice cuanto duele y que cree estar enredada en un episodio de ansiedad, y que se siente errar dos veces por un mismo motivo, y que se siente fracasada y condenada en medio de este azote que hoy le da su exmarido… y que la cuesta seguir, y que va camino del trabajo. _ Hola ¿Cómo estás? _ Pues estoy mal. _ Si ya veo ¿Qué te ocurre? _ Que me acabo de enterar que este se casa con su novia. _ Pues mejor, será que ha madurado y quiere acaba