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Mostrando entradas de septiembre, 2018

Avenida General

A Juan Pedro Fiscer, in memoriam. Para Lucía y Mª Jesús. Entro con la moto por la Avenida… previamente había hablado contigo y como siempre, quedábamos en la General a tomar café. Otras veces me decías, en la Caprichosa, una caña,   y yo acudía a cualquier sitio porque solo me importaba ese ratito contigo. Entro en la moto por la general y voy como queriendo ir a verte, llevándote inevitablemente en el corazón y echándote de menos en este vacío confuso, porque ni siquiera recuerdo el último momento que pasé contigo y escuchándote se me mezclan todas las conversaciones. Aquellos días,   en los que me hablabas de tus propósitos y los otros, en los que me hablabas de Lucia y de María Jesús…   y se iluminaba tu rostro de niño, y me daba la luz de tus ojos llenos de amor incondicional, de ilusión y confianza. Y yo te escuchaba, me ponía en tu lugar y eso, creo que te gustaba, al menos, ahora quiero imaginar que te reconfortaba. Y tú siempre hacías como que todo estaba bien, que to

Siempre hace un precioso día en San Sebastián

Para Ramón López y Marisa Wangeneberg. La miro a los ojos y la veo vivir para emocionarse, sin forzar la felicidad, dándose cuenta de ello. Reencontrándose con esa sensación de hace cincuenta años, casi pueril, que produce un gesto de otro, o una palabra… o una mirada de amor, de todavía amor, de todavía toda la vida. Sus ojos son azules de bahía, y ahora casi de lluvia por participar de algo que está sucediendo como ya antes lo había imaginado, mucho antes. Le miro a él, que existe para ella, que existe tan fuerte como el monte Urgull. A él que lo preparó todo con ella, como ella todo lo había imaginado. Ella es su espejo, y eso es recíproco, es eso que se han ido edificando durante toda una vida, juntos. Él la ve emocionarse y pega toda la piel de su cara en su cara pequeñita, y con toda su fortaleza, serenamente, un beso. (Y pienso en el privilegio que es poder participar de esto que nunca he vivido, y en que me hayan invitado. Y me esfuerzo para no desmoronar