Para Álvaro Misas Sierra Entró en el ascensor y esperó a que le llevara. Sonó el ruido de un mensaje en el móvil, metió la mano en el bolsillo, pulsó en la pantalla el icono de mensajes y leyó el aviso: « se ha producido una falta de asistencia de su hijo a la clase de valores éticos» . Pensó en que su hijo se estaba esforzando en el instituto con una dedicación inusual para un chico de su edad. El profesor de Literatura había logrado que creara un blog en el cual escribía sobre un diario de refugiados montando a la vez textos de la literatura medieval. Él era el protagonista de ese viaje, escribía y aprendía, y con el paso del tiempo adquiriría conocimientos sobre Lengua y Literatura y el uso de la palabra escrita. Se estaba recreando en la composición de versos con métricas y técnicas del Medievo y narrando una historia inventada, y lo mejor, apreciaba a ese profesor que le había ayudado a disfrutar de la asignatura y a pensar. Pasaron unos segundos antes de qu
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein