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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Lo único que no se puede comprar en esta vida es el tiempo.

La lluvia me ha calado las manos. Tengo los dedos ateridos dentro de los guantes mojados. He aparcado la moto contra la pared del edificio, por el temporal. Vendí una página de distrito21, el periódico local para el que trabajo. No estoy contento, no estoy contento. Cuando venía y más me azotaba el viento y la lluvia iba conduciendo y pensando en Miami; en ese calor asfixiante que pasé el fin de semana, en que tuve que tirar de mi cuerpo, remediarme para sobrevivir al día, estar todo el tiempo intentando saborear la vida. Pensando en cómo lo hacía aquel negro alto y flaco con traje blanco que bailaba en el Bayside. Pensando en cuando me saludaba con su sombrero blanco alzando su daiquiri y en cómo me miraba y me sonreía mientras le hacía la fotografía. Después vi la otra moto tirada en la carretera mojada con la luz encendida dirigiendo su foco al vacio, y al hombre inmóvil que se había precipitado bajo la lluvia tumbado en esa postura inverosímil que solo nos puede anunciar la m

Literatura y aceite

Imagen y Palabra16 Para Julio Pulido Moulet A medida que pasan los años, resulta inevitable que uno acabe convirtiéndose en todo lo que ha pensado. Acababa de leer esto en alguna parte, alguien de esos que hablan todo el tiempo del Karma, lo dijo. Aunque hubiera jurado que se lo oí decir al ex agente del FBI  Joe Navarro, ese tipo del cuerpo habla. La cosa es que mientras escuchaba hablar a Julio le andaba dando vueltas a eso. Tiene algo todavía del viejo periodista de la transición, y algo de profesor local cuando me habla de Machado. Bebe cerveza sin preocuparse del Karma y se cuida de que el sol no le acaricie la cara. Fuma en el porche del club de tenis Alameda de Osuna y habla de sus poemas, de la Andaluza Lozana, y de su Martos Literario, y de Rosa. - A medida que pasan los años, resulta inevitable que uno acabe convirtiéndose   en lo que ha sido mientras ha vivido, y algo hay de grotesco en ello. Casi no queda nada de  lo que se ha sido mientras se ha vivi

La sensación del absurdo

Aquel día salió a la calle sin rumbo. Esa mañana había estado leyendo a Camus y le iba dando vueltas a esto que una vez dijo:  « Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo » . Y lo era, es lo que pensó esa mañana. El mundo lo había sido siempre. La falta de valores ilustrada día a día en los telediarios no es peor que esta moda del  Coaching  impregnada de farsantes que te indican el camino a seguir. Realmente es absurdo. La vida hacía un camino de éxito personal donde unos tipos te quieren hacer creer que puedes ser alguien que no eres. Para esto tienes que cantar, bailar y visualizarte en la senda del éxito, el desarrollo personal y el afán por alcanzar la excelencia haciendo lo que sea, lo que se te dé bien. No hay un solo personaje público o privado que haya conseguido este éxito que venden en este mundo que no haya salido despellejado en el televisor, no hay un mito que no se nos haya caído.