Para JP Como si ya tuviéramos un poco más de todo. Nueve nuevas palabras para hacer que no está cansado de todo. JP se levanta de jugar a las cartas con la copa medio vacía en la mano y se acerca a Bell para pedirla una vez más el teléfono. El cuerpo le pesa, y la voz. La sonrisa se le pone cuando se sienta al lado de Bell. Las luces ya están encendidas, muy tenues, medio muertas. Hacen brillos en su cabeza rapada y sombras en la cara bonita de Bell. Alguien dice que refresca en esta tarde de octubre mientras nos envuelve la oscuridad, literal. Mientras, yo invento esta escena (no estoy seguro si algún día la escribiré), que es lo que nos está ocurriendo ahora, mirando los platos de plástico, los botes de cerveza vacíos encima de las mesas y todo el desorden que hemos creado. JP, se siente estupendo y no quiere ser sutil. Bell se lo toma como el alago del hombre ebrio, fácil, infantil y cristalino. Nueve nuevas palabras: como si ya tuviéramos un poco más de todo... y estuv
La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein