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El espejo son los otros



Para Fede; Travis Bickle

Al tipo le arrastraba la insatisfacción, esa manera de sentirse atrapado y perdido con todo, la incapacidad de disfrutar, sobretodo, de sus propias facultades para estar en paz. Lo sé porque yo un día fui así, porque para mí la vida fue así. El tipo era una especie de víctima del sistema, incomprendido, caprichoso y con discapacidad para domesticar y matar su intensa vida interior; una sola virtud con la que ganarse a los demás, creía, y no se daba cuenta que esa era su única desdicha. 

Le dejé en aquel bar, borracho, con el vaso de tubo hasta arriba, con los parpados vencidos, subido en una banqueta y acodado en la barra, vacilando en su vacío. Por su conversación desfilaron distintos interlocutores, para ellos tenía una historia inmortal que confesar, unas palabras distintas de su dolor y su descuido.

Me fui con la esperanza de que a las diez llegara ella a rescatarlo, y le arropara, y le diera ese amor que él todavía no sabía cómo aguantar dentro. 

Madrid, 17 de abril de 2014

Antonio Misas