Para AOZ
Llegué al
puente de Segovia. Me apoyé en la farola. Creí verte al otro lado. Crucé
deprisa entre los coches y no eras tú. No supe que hacer. Te necesitaba
tanto. Ya era de noche y habían empezado las nieblas de octubre. El río
me parecía un lugar desolador. Ya eran las diez y no sabía dónde buscarte. Mire
hacía la Catedral, al Palacio de Oriente. Me apresuré a llamarte. Me dijiste
que no podías venir y me senté en el puente a esperarte. Miré a todas las
chicas de melena larga. Toqué la piedra, sentí el frío y no quise irme de aquel
lugar que tanto, en ese instante, me acercaba a ti. No sé cuánto tiempo
permanecí allí pensando, repasando cada día que pasamos juntos, preguntándome
cuando me enamoré de ti… y estimando cuánto, me di cuenta de que esta vez, ya no
podría retenerte.
Madrid, 24
de octubre de 2012
Antonio
Misas
Cuando llegué a casa pinché en el plato The Cinematic Orchestra, Arrival of the Birds & Transformation y apagué la luz.
ResponderEliminarQué buena la música, la escucho mientras te leo...
EliminarHoy tu texto tiene ese aire neblinoso de la nostalgia y del desafecto.
Besicos, sabes que me gusta venir a leerte, todo un placer...y hoy con música.
La impotencia, la honda tristeza que invade cuando se toma consciencia que ya no hay dos.
ResponderEliminarLa música brutal Antonio.
Gracias por ambos regalos.
Un abrazo.
Pocas lineas Antonio y sin embargo sin darme cuenta me has llevado al Puente de Segovia y hasta he sentido frío... Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido hermano, te has superado, mientras lo leia y escuchaba la musica me sentia tan orgullosa de ser tu hermana ,me ha encantado ,sigue asi,muchos besos.
ResponderEliminarMe conformo con que me quieras. No debemos sentirnos orgullosos de nosotros ni de lo nuesto, somos soberbios, somos insolentes, por el castigo de nuestra educación, pero no petulantes, asi pues, no nos vale decir orgullo.
EliminarEl amor es como la caspa del diablo. A veces, claro.
ResponderEliminarAbrz.
Me he quedado sorprendida y sobre todo conmovida...
ResponderEliminarBesos mil
Hay momentos en los que se necesita tocar la piedra fría para saber que todo terminó. Es como si se necesitara comprobar que la realidad es ésta: sin la otra persona :))
ResponderEliminarvaya!! también me puse nostálgica...
Precioso texto y viaje a Segovia.
Un abrazo :)
Hay veces que no queremos aceptar, las ausencias siempre son duras y parece que jamás conseguiremos sobreponernos a ellas, por suerte no es así. La vida sigue, la vida nunca se detiene.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte Antonio, me siento muy identificada con tus escritos
Un abrazo
Esta sensación que describes maravillosamente, araña la piel, la soledad helada toca cada poro para recorrer lentamente y con dolor lo que ya no es.
ResponderEliminarUn abrazo y mil gracias por tu visita.
Íntima la narración, creando lazos empáticos. No existe el por qué, no importa, es lo de menos; es otra la trama que se encarga de alejar el foco de atención de preguntas que podrían suceder. Es lo qué fue y lo que es.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Antonio,
Alejo.
Y para colmo esos horribles paneles transparentes de Gallardón, afeando suicidios.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Te he necesitado siempre tanto, que sentir hoy que no te tengo es morir desgarrada por tu ausencia.
ResponderEliminarQuisiera tenerte una vez más cerca de mi piel, olerte muy despacito y devorarte lentamente todos los rincones de tu perfecto cuerpo.
Se que eres parte de mi, se que siempre lo serás.
Ámame mucho, no me dejes de amar nunca en silencio, ámame siempre sin cesar, entre el susurro de los vientos.
Un beso
http://calla-para-siempre.blogspot.com.es/
ResponderEliminarHola, que pases un lindo fin de semana, un gusto visitar tu lindo blog, te invito cordialmente a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un escrito mio titulado “El corazón extraviado”, saludos :)
ResponderEliminarRetener...,se puede, pero no debemos retener a nadie. No sentimentalmente. Aunque suframos. Aunque nos duela mucho, mucho. Acaso queremos engañarnos a nosotros mismos?
ResponderEliminarEste relato, cómo lo cuentas, resulta muy bello. Pero es tan bello como triste.
..........
Antonio, quería desearte Feliz Navidad y Feliz Año.
Muchos besos.
Tardas.
ResponderEliminarAbrazo.
Tardas.
ResponderEliminarAbrazo.
En tan sólo un mminuto nos damos cuenta que no podemos retener al ser amado, pero el ser que nos ama se quedará eternamente a nuestro lado. Me encantó la prosa. Bellísima sinceramente. Te invito a pasar por mi espacio y a compartir algo conmigo.
ResponderEliminarAquí sigo, esperando tu regreso.
ResponderEliminarFeliz 2013 Antonio. Un fuerte abrazo.
Maria
Hola Antonio
ResponderEliminarme alegra leerte y comprobar que continúas paseando por estas tierras de pandereta y charanga ...
un abrazo