“La película no ganó nada en Cannes. Y Sarah empezó a
plantar flores y otras verduras en el jardín. Y nuestros cuatro gatos nos
observaron con sus diez hermosos ojos”.
Años antes había dicho:
"tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos
y volverme loco… o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre.
He decidido morir de hambre”
Y todos a los veintipocos queríamos ser alguien mejor que él
porque hasta decíamos que escribía basura. Todo el día borracho y
follando y escribiendo la mejor poesía, que sacaba de sus entrañas empapadas en
vino barato. La resaca nunca le impidió lavarse cada mañana, asearse para salir
al mundo y amar y odiar a sus semejantes.
Y estos blogs no sé si me recuerdan esas cosas que él decía y otras cosas parecidas.
Madrid, 1 de noviembre de 2011
Antonio Misas