Aquel tipo se iba quedando en blanco por una acuciante perdida de
interés. Notaba que el tiempo de los ejercicios se había acabado y dudaba
de si el verdadero propósito de este asunto del blog, fue simplemente
ejercitarse y volver a intentar escribir algún día en serio o, simplemente fue un
mundo de egos absurdos donde se atascó. Ya no veía utilidad en seguir con
una búsqueda de algo que definitivamente no encontró. Era como volver
atrás en los años, luchar para salir al fin de la necesidad de demostrar nada a
nadie.
Tal día como hoy decidió aparcar el blog, se bajó, cerró la puerta y se
fue andando por la acera.
Madrid, 5 de septiembre de 2011
Antonio Misas