_Llueve en el hueco de la escalera del mundo, huele a humedad en el ecuador del invierno y al miedo perpetuo de los pobres. Richard dijo que aquellos tipos no tenían la mirada del tigre. Este es un país de pan congelado, de jaulas y grilleras. Tanta comodidad nos ha convertido en ciudadanos confortables, hasta los pobres tienen su espacio de confort. El paro es una fosa común. El país va a la deriva. Todo está tan quieto que parece que nunca pasa nada. El bien es un nicho de individuos mentirosos. Y las fuerzas se desgastan como ruedas.
Miro a los ojos verdes de mi abuela Claudia que está sentada en el poyete de la entrada, que no me escucha, y mirando al cielo, a las nubes blancas y al sol del mediodía, me responde; Hoy hace sol de brujas... ¿Sabes a qué hora dijo tu abuelo que vendría?
_Abuela, hace casi diez años que murió el abuelo.
Antonio Misas
En realidad sabemos en que tiempos vivimos, estamos adormecidos. Si, pero que nos espera sino la sin razon, por culpa del egoismo que se apodera con más fuerza cada día de nosotros. Solo pensamos llenar nuestro espacio más inmediato, sin importarnos ni hoy ni maña. Un saludo.
ResponderEliminarholaaaaaaaa antoñito me esperaba una entraita de esas de risa pero esta es pa comentar con mucha seriedad ya que el tiempo vence a la memoria y solo quean los recuerdos que se han quedao grabao la vida no es la de antes, se dice que ha evolucionao y es el egoismo de poseer mas, en madrid cuando fui hace dos años me di cuenta que yo vivia en un lugar donde la sencillez de su gente tan agradable la hechaba en falta y alli no la encontraba ya que toito el mundo va a su aire y no te moleste que se que vives en los madriles y es tu tierra jajajjaa feliz noche besitosssssssss
ResponderEliminar"Todo está tan quieto que parece que nunca pasa nada..."
ResponderEliminarNo me extraña que llueva por eso en el hueco de la escalera del mundo...Vaya, vaya cargadito de ideas vuelves por aquí y a mi me gusta leerte...Y la abuela Claudia muy tierna.
Besicos.
Si, parece que la falta de cordura de tu abuela Claudia se nos haya contagiado y vivamos ajenos a todo lo que nos rodea. Estamos aletargados o quizás nos hayan anestesiado.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato, aunque haya sido una gran bofetada intentando despertarnos.
Un fuerte abrazo Antonio.
"...Llueve en el hueco de la escalera del Mundo"
ResponderEliminar¡Dios me da escalofríos!, hasta este mundo tiene goteras, de tristeza y desconchaos que se calientan al sol que tu abuela llama de brujas y por aquí el del gitano" ese que cuela su luz tras la tormenta pero que no presagia días cálidos...
Te echaba de menos
Un beso
Y las fuerzas se desgastan como ruedas que terrible ¿no?
ResponderEliminarperder fuerza... debilitarse.
¿Sabes? Justamente ayer estuve en Skype chateando con una amiga bloggera española. También de Madrid. Hablamos de Rajoy y de política española y mexicana. De como la desazón y el desconsuelo nos va carcomiendo a todos. Al mundo entero.
Pensando en la abuela Claudia... aquella frase de Einstein, ahora es mas cierta que nunca. “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.”
Te abrazo:]
Mar
Es la quietud y la mansedumbre del rebaño. Pastar,seguir al pastor, de vez en cuando un sobresalto provocado por el perro guardián, y continuar pastando. No cabe más.¿Para qué salir del redil, caigan o nó chuzos de punta? Mañana hay que seguir pastando. Lo demás poco o nada importa. Cuestión de actitudes. Vamos tragándonos todo con tal de preservar un mínimo de ese bienestar tan insulso, como llegar a casa, tirarse en el sofá, coger el mando de la tv. y conectar cualquier canal de evasión..., y dejar que ruede la bola. Cuestión de actitudes; vuelvo a repetir.
ResponderEliminarMe uno a la gente que te echa de menos por aquí. Besos.
Hola, un gusto. Vuestro país, el mio, el planeta... a la deriva en una travesía equivocada... que ganas muchas veces de ser y estar como la abuela Claudia, fuera de este mundo, conectada con las brujas y sus sortilegios.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo fraterno desde el confín austral!
Emocionante, ¿qué más voy a decir?.
ResponderEliminarUn abrazo,
Cuánta razón lleva tu texto, Antonio, parece que vivamos en el paraíso, pero debajo de esa espesa capa que maquilla nuestra sociedad, late otra realidad bien diferente. Me ha gustado ese colofón, con la abuela que ya vive en otro mundo por mor de una enfermedad degenerativa que la ha hecho olvidar, aunque los demás también olvidamos, pero por conveniencia.
ResponderEliminarUn beso y buena semana, querido amigo.
A veces me cautiva el brillo de la inocencia que subyace tras las personas que poco a poco ven desaparecer su memoria. En el fondo tiene algo parecido a cierto encanto... o yo se lo encuentro...
ResponderEliminar¡Saludos!
Miri