A ella le compro el Marlboro, yo me busqué un tabaco barato y con imagen y de paso con mejores referencias culturales. Paz me dice que si me voy de viaje pero yo le digo que no, que lo del cartón es por otro asunto. Hoy está radiante, de buen humor, me pregunta por Álvaro y yo le digo que este fin de semana lo tendré conmigo. Durante meses he estado esperando esta ocasión y no voy a desperdiciarla. Miro hacía la puerta mientras ella gira la silla de ruedas hacia atrás para coger el tabaco. No viene nadie, no escucho lo que me dice, sonríe y le pregunto. Ella me responde con una amplia sonrisa y me da todo lujo de detalles. Fue hace diez años, conducía mi hermana, uno de los chicos murió. A mi me llevaron a Toledo, al Hospital Nacional de parapléjicos. Pensaron que no volvería a mover los brazos y fíjate he sido campeona de España de ping pong. Y luego se pierde con la conversación hasta que entra otro cliente y otro y entonces yo me despido y ella me desea un buen día.
Saco un cigarrillo y lo prendo con ganas, con el mechero que me ha regalado hoy, y me voy pensando que yo hubiera preferido, sin ninguna duda, ser el chico.
Madrid, 21 de abril de 2010
Antonio Misas
Para que veas lo diferentes que somos los unos de los otros. Ella es feliz porque los médicos se "equivocaron" y se "conforma" con poder mover los brazos. Y en cambio nosotros que lo tenemos todo, preferiríamos morir en caso de que nos ocurriera...
ResponderEliminarUn beso :)
¡Hola Gata!
ResponderEliminarPaz, es una persona alucinante. Me gusta ir a verla y hablar con ella muchísimo, me gusta escucharla. Es una trabajadora incansable, tiene mucho genio, y los días que está de buen humor, es dulce y cariñosa. A ella le alegra que yo vaya y casi siempre me regala un mechero o algo para el niño. Una vez contaba a una amiga que, tengo dos estancos cerca, uno el de Paz y otro en el que hay una estanquera que parece una top model. Yo prefiero ir a ver a Paz porque a las top model ya las veo en los medios.
He visto que vas a descansar del Blog, pues que lo disfrutes. Gracias por el mensaje que has dejado allí.
Muchos besos
Son curiosos los relatos en los que, con apenas unas frases, se retrata a una persona. Una persona humana, que diría alguno por ahí.
ResponderEliminarLo increíble de estos casos es que cada uno tenemos una opinión al respecto de lo que preferiríamos en una circunstancia parecida, pero, hasta que no llega el momento (y siempre hay que esperar que no llegue)no podemos tener la plena seguridad de qué sería lo que elegiríamos.
Un saludo y gracias por pasearte por mi pequeño rincón.
Verónica,
ResponderEliminarYo, como "persona humana", estoy totalmente de acuerdo contigo, es más, solo pensar en mi hijo, me sentiría conforme con pasar el resto de la vida, (incluso como Ramón San Pedro) postrado en una cama y su movimiento, se convertiría en el mio. También me quedaría la ficción, la inventiva y la imaginación.
Gracias por volver y quedarte y me ha gustado mucho tu pequeño ricón.
Abrazos
Yo conozco a una persona que tuvo un accidente de tráfico y se ha quedado en una silla de ruedas, pero también a otras personas cercanas, que tuvieron un accidente y ya no estan aquí.
ResponderEliminarNo se cual es mejor, si seguir con vida, en una silla de ruedas, sin poder moverse, o quedarse en el sitio por fallecimiento.
De todas formas con qué poco se conforman las personas que estan así, y nosotros, que tenemos salud, nos quejamos por cualquier cosa, no sabemos valorar lo que tenemos.
Las enfermedades o accidentes nos dan una lección para valorar la vida.
Saludos.
Gran ejemplo nos da Paz de lo que se puede conseguir con la fuerza de voluntad y decisión. Muy buen relato Antonio, conciso y preciso, como nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Belkis,
ResponderEliminarPaz, también dice cosas como: "me encanta que me llamen por mi nombre". Es genial.
Un abarzo
De partida, también diría que preferiría ser el chico, porque en principio me da menos miedo la muerte que una vida con una severa minusvalía, pero por alguna razón creo que con el tiempo habría agradecido ocupar el lugar de Paz. Aunque nos quejamos (soy experta en quejarme) la vida nos regala muchos momentos por los que estar agradecidos.
ResponderEliminarUn beso