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hay que seguir porque la vida no se detiene

Vamos superando nuestros descuidos mientras comprendemos que ya no somos inmortales. Los años se han ido viniendo desde lejos e impactando en nuestras cosas. Algunos nos vamos despojando en el camino del polvo que nos dejó aquel cuento de Benet, “nunca llegarás a nada” aunque sigamos en nuestros vagabundeos y extravíos. Otros siguen como la espuma, subiendo y acumulando trofeos para en el viaje a la otra vida ir más cómodos, al fin y al cabo fue Cómodo quién “nacido para la púrpura” dio comienzo a la decadencia del Imperio... me pregunto quién ha dejado entrar en nuestras vidas y cosas a Zapatero y a su equipo... (no Miguel, no me olvido del Alcalde de Madrid) será que su conducta me recuerda a la de Nerón por lo del incendio de Roma y la persecución de los cristianos, será. Y aunque con la política siempre he querido tener un acuerdo tácito, últimamente hasta el mismísimo Cornelio Tácito se aparece en mis sueños pronunciando algún discurso afilado y elocuente contra el también “mismísimo” Alcalde de Madrid, digo..., (la culpa puede que sea de Juan Luis Conde y “El largo aliento”...) Ni que esto fuera Roma, una Roma asincrónica pero eterna, a destiempo, pero eterna.

Perdonen que no les aburra más, otro día, pues he de apresurarme a tirar la basura, la bolsa esta llena y, he quedado con mi hijo para la sesión de Bob esponja, “el amigo que todos queremos tener”, no puedo llegar tarde.
Gracias por su tiempo

Madrid, 19 de marzo de 2010
Antonio Misas