foto A.Misas, Madrid 2009
Las
raíces crecen en mi estomago
Por la parte más carnosa de mi vientre,
Se extienden los dedos de un árbol,
Crecen,
Y ahora sé bien hasta donde arañan.
Y los pensamientos arden,
Como en la claustrofobia de toda posesión,
Escuecen,
Como la presión del fondo del mar,
Que da calor.
O el camino eterno
Durante la vida eterna,
Donde no es posible dormir
Ni cerrar los ojos.
Por la parte más carnosa de mi vientre,
Se extienden los dedos de un árbol,
Crecen,
Y ahora sé bien hasta donde arañan.
Y los pensamientos arden,
Como en la claustrofobia de toda posesión,
Escuecen,
Como la presión del fondo del mar,
Que da calor.
O el camino eterno
Durante la vida eterna,
Donde no es posible dormir
Ni cerrar los ojos.
Antonio Misas