Ir al contenido principal

Espontanea para Milagros

A Milagros Mateos

El porvenir parece un melancólico lugar fingido
Bien mirado, un bucólico paraíso de miserias
Donde al corazón desnudo le sangran las mentiras
Y los cuervos hurgan en las verdades de los otros.

Pero ya no quieres estar sola.

Ya no quieres ser la Madre de tantos momentos
Herida de esa soledad, herida y de rodillas, flagelada
Descalza de amor, vestida de harapos
Pariendo sola, sangrando sola, cansada
Escuchando los gritos de un Ángel sin ojos
Que no es tu hijo, sino tu ciego guardián.

Y ya no quieres estar sola.

Nos miras con tus ojos dibujados
Tus labios se mueven cansados en la escena
Y tus palabras se llenan de silencios vertidos de ternura.
Y surgen las caricias de los otros
Y no te abrigan
Levitan en un cielo protector desconocido.
Y en tremendas sombras te arropas esta noche.

Madrid, 17 de julio de 2001
Antonio Misas Salas